Bajo la Lupa 10.06.20
La Jornada
https://www.jornada.com.mx/2020/06/10/opinion/014o1pol
Nada es más racista
que la Oficina del Censo de EU en su polémica clasificación con definiciones étnicas/lingüísticas/geográficas sin universalidad ni homogeneidad.
Su primer lugar corresponde a los blancos (sic)
, hoy en caída libre demográfica, con 60.04 por ciento cuyo 70 por ciento está constituido por los cristianos/protestantes
y 19 por ciento por católicos (https://bit.ly/2MGETBC), lo cual otorga supremacía a los WASP ( White AngloSaxon Protestant) desde hace dos siglos, de quienes se desprenden los evangelistas sionistas
(https://bit.ly/30r1pXp) a los que pertenece Trump (https://bit.ly/2zo6YuA).
En segundo lugar: los hispánicos (sic)
, intercambiables absurdamente con latinos (sic)
, con 18.3 por ciento, cuyo 62 por ciento es de mexicanos.
En tercer lugar: los “ blacks (afro)” –nótese la dualidad étnica y geográfica–, con 13.4 por ciento; y en cuarto lugar: los asiáticos (sic)
, concepto geográfico más que étnico, con 5.9 por ciento.
Según la RAE, hispánico
significa perteneciente o relativo a la antigua Hispania/España y a los países y cultura de habla española
, laxamente intercambiables por latinos
, quienes provienen de Italia (sic) o hablan una lengua derivada del latín
.
En cualquiera de las dos incoherentes acepciones de hispánico
o latino
, los mexicanos quedan mal parados por representar la mayoría, sin contar alrededor de 20 millones de ilegales
–otro término absurdo: ¿Cómo puede ser alguien ilegal
en regiones que pertenecieron a sus antecesores? Si no, que le pregunten a los israelíes que tanto apoyan los blancos
de EU, demócratas y republicanos por igual. ¡Pura contradicción!
Los mexicanos de acullá y acá debemos rechazar la flagrante discriminación del Censo de EU que opera maromas étnicas, geográficas y lingüísticas para evadir la realidad emergente de los mexicanos que conforman 11.3 por ciento (37 millones) de EU, casi a la par del 13.4 por ciento de los afro
, cuyo 78 por ciento son cristianos/evangélicos
.
La distorsión deliberada de hispánico/latino no caracteriza a los mexicanos, cuyo aplastante mayoría, más que católica, es guadalupana: todo un sincretismo singular, cuando el restante de los respetables latinos no-mexicanos, 38 por ciento, en su gran mayoría proviene de Centroamérica y es evangelista con una agenda teogeopolítica ligada a Israel (https://bit.ly/2YceIIc) –diferente, hasta ahora, de los mexicanos de acullá y acá (https://amzn.to/2MJoqfV)–, mediante los omnipotentes evangelistas sionistas
que operan desde el cinturón bíblico
de EU, pasando por Centroamérica, hasta Brasil.
La discriminación será mucho mayor en los próximos siete años debido a la profunda brecha generacional cuando los blancos
, cuyo promedio de edad es de 58 años –con mayor cobertura en el segmento de los baby boomers– es más del doble que los millennials asiáticos (de 28 años) y afro (de 27 años)
.
La verdadera revolución demográfica será implosiva con el ascenso de los centennials (Generación Z) hispánicos
de EU y su promedio asombroso de 11 años de edad (https://pewrsr.ch/2XOTilD) cuando los mexicanos guadalupanos, sin los latinos no-mexicanos, serán la primera minoría étnica de EU y la primera mayoría tanto en California, primera potencia económica estatal, como en Texas, segunda potencia económica, no se diga en Nuevo México y quizá en Arizona.
Se entiende el temor de la Oficina del Censo, por los antecedentes históricos de los siglos XIX y XX, de colocar en su justo lugar a los mexicanos, así como el Censo de EU clasifica sin rigor a los blancos no-hispánicos
, le sugiero adoptar para el restante 38 por ciento de los respetables cubano-centroamericanos la denominación latinoamericanos no-mexicanos
para la minoría de hispánicos
con diferentes vivencias históricas en EU que la mayoría mexicana.
La demografía de los mexicanos en EU forma parte consustancial de la seguridad nacional
de México: término estratégico despreciado por los entreguistas y apátridas gobiernos itamitasneoliberales, por lo que los 50 consulados en EU deben participar en el levantamiento del registro de mexicanos, legales e ilegales, sin interferir con los datos del Censo de EU.
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