El Financiero; 15.07.2001
Quizá las tempestades sobre argentina, Japón, Europa y EU perderán su fuerza y se disparan en forma gradual. Pero quizá no, y eso es lo que está preocupando a las mentes mas lucidas de Wall Street. Ven la posibilidad de que los diferentes pedazos de malas noticias puedan converger en una nueva versión de la “Tempestad Perfecta”. Lo que les preocupa también es que los capitanes de las flotas —la gente responsable de la economía política en EU, Europa y Japón…parece ignorar las señales de peligro y actualmente están tomando medidas que podrían empeorar la crisis, si adivínense: David Ignatius (ignorando las advertencias de la Tempestad Perfecta”, en Washington Post; 15.07.01).
Rüdiger Dornbusch, el brazo armado de la Casa Blanca con máscara académica del MIT, no es precisamente una persona prudente. En el paroxismo de las peores turbulencias de los “mercados emergentes/detergentes” desde 1998 que esta columna anticipó en su oportunidad, el rudo “Rudi” puso el último clavo al féretro de los tres países superlativos de Latinoamérica (LA)—Brasil (país al que le manifiesta su singular irascibilidad porque su ex mujer colabora en el gobierno del atribulado Cardoso), Argentina y México (¡que sorpresa, si tienen a su favorito global-maniaco en el poder, el zedillista Fox!)—en un articulo demoledor (“Puro riesgo sin retribución en LA”; FT 10.07.01) en el que decreta otra “década perdida” para LA, incluyendo a México con todo y sus “músicos del Titanic”, los globalmaniacos del “ofertismo fiscal” y de la globalización financiera unipolar, quienes siguen tocando sus melodías que nadie escucha en medio del desastre.
El rudo “Rudi” cita con desdén a Chile, la obnubilación del clan de los Chicago Boys, para quien el país andino es un “restaurante de quinta categoría” (amarga declaración que le leí cuando coincidimos sin conocernos en Santiago), pero dirige primordialmente sus bombazos a las tres economías gigantes de LA que suman el 72% del PIB total: “en la próxima década LA tendrá que trabajar mas duro; las inversiones extranjeras no le harán el trabajo (¡super-sic!). los niveles de vida serán difíciles de defender en Argentina y difíciles de elevar en México (¡sic!), Brasil y por doquier. En corto, no esperamos buenas nuevas”. ¿Qué mensaje envía Dornbusch, a parte de la balcanización financiera subliminal? ¿Planea en el horizonte una recesión profunda en EU que puede durar una “década” y que acaparará la mayoría de las “inversiones extranjeras”?
Para que no quede duda, en medio del colapso argentino, tanto el equipo Busch como el FMI declararon que no habría “salvamento”, como su los espurios blindajes previos hubieran rescatado o inmunizado al miserable país gaucho que siguió en forma suicida y al pie de la letra, durante toda una generación, las recetas tóxicas del FMI y del BM, bajo la cobertura del “Consenso de Washington”: el caballo y Cavallo”(Domingo) de Troya de la globalización financiera unipolar. No hay que olvidar que el “Cavallo(Domingo) de Troya” en su edición gaucha no solamente es el principal aliado del megaespeculador George Soros, quien está esperando ansiosamente la devaluación del peso argentino, sino que también pertenece al diabólico “Grupo de los Treinta”, que concentra a la crema y nata de los financieros y banqueros (incluidos los central banquistas) del modelo de la globalización financiera unipolar, y al cual el fiscalista autista globalmaniaco Zedillo abrió las puertas del Palacio Nacional de par en par para sus juntas secretas.
La sagrada contabilidad, en su versión triplicada y hasta la invisible, nos enseña que cuando alguien pierde, alguien gana. Luego entonces ¿adónde está yendo a parar el dinero tránsfuga de LA, además de Europa Central, Turquía, Sudáfrica y Sureste asiático, que conforman la laxa definición de “mercados emergentes/detergentes”? Sin necesidad de usar al “carbono 14” para seguir la radiactividad del dinero fugado, postulamos que se está dirigiendo a las “plazas seguras” y a la “divisa segura”: Wall Street y el dólar, la ultima línea de defensa de la economía de EU que, de acuerdo con nuestra hipótesis funcional que nos ha redituado inconmensurables dividendos académicos, ha lanzado una devastadora “guerra financiera” que no se atreve a pronunciar su nombre, en contra de los “mercados emergentes/detergentes” en general y, en particular, en contra de LA (desolada y asolada y más huérfana que nunca con líderes pusilánimes, inánimes y pueriles aunque con ínfulas megalomaniacas) que está siendo subyugada por la vía de la “balcanización financiera” para instaurar la “dolarización” y apropiarse a precios de subasta de sus joyas geoestratégicas por la fuerza de los hechos, a través de los flujos monetarios desregulados bajo el modelo unidireccional de la globalización financiera unipolar.
El déficit de cuenta corriente anualizado de EU es del orden de 600 billones de dólares (un billón en anglosajón: 10 a la novena potencia) y de la confesión misma de Fred Bergsten, mandamás del Instituto de Economía Internacional y anterior alto funcionario del Tesoro con Daddy Bush requiere de 2,000 millones de dólares AL DIA(!!!). Qué mejor que extraerlos de los “mercados emergentes/detergentes”. De por si, sin turbulencias a la vista, LA paga por el servicio del pago de la deuda e(x)terna, cuyo 98% se encuentra colocado deliberadamente en el “corto plazo” para que no exista escapatoria, el doble de lo que entra por la vía de la IED (Inversion Extranjera Directa) que han empezado a periclitar porque la economía estadunidense yace postrada en los cuidados intensivos a cargo del pedicurista (hace mucho que dejó de ser “mago”) Alan Greenspan, quien piensa que con el corte monetarista/fiscalista de uñas de los pies va a salvarla, además del auxilio del bombeo de liquidez “invisible”. Mientras los “mercados emergentes/detergentes” se desplomaban (en México, los “mercados” no le hicieron caso al cordobista “gobernador” de Banxico, Guillermo Ortiz, quien imitaba ridículamente al rey Canuto intentando detener las olas del mar con su desenvainada espada retorica), el mismo día Greenspan inyectada 9,000 millones de dólares en Wall Street para empujar su enésima alza artificial. Tampoco Baby Bush, como en su viaje anterior a Europa, podía llegar tan vapuleado a la cumbre del G-8 en Génova, donde tendrá el rol del malo de la película global.
La deuda e(x)terna de los tres gigantes de LA, Brasil, México y Argentina es del orden de un trillón (anglosajón, un trillón: 10 a la doceava potencia) de dólares, fuera de los radicales plagiarios del ITAM y del CIDE, los últimos reductos del monetarismo y del “ofertismo fiscal” de LA, ya nadie habla del anacrónico “modelo” y/o “milagro chileno” que ni fue “modelo” ni “milagro”. Argentina sola debe 212 billones de dicho trillón que está conectado a otra burbuja que puede estallar en cualquier momento: la bomba atómica financiera de los “instrumentos derivados” y sus ominosos hedge funds del orden del medio cuatrillón (10 a la quinceava potencia) de dólares, sin contar los inminentes estallidos de la “burbuja de bonos corporativos” y la “burbuja de bonos chatarra” de la “nueva economía” y su “burbuja.com”, que ni fue “nueva” ni fue “economía”, sino vulgar montaje contable.
Desde luego que existen “optimistas”, por no decir cándidos, porque así conviene a sus intereses y capitales, como Richard Madigan, Director de Emerging Markets Investments OFFITBANK de Nueva York, quien con su hilarante cuan delirante “teoría moderna de los portafolios” (sic), que es una trivial asignación de flujos especulativos, pretende reducir la deuda e(x)terna de toda LA a unos simples 295 billones de dólares y la de todos los “mercados emergentes/detergentes” a 520 billones—lo cual sería maravilloso, en caso de ser cierto, porque así LA pagaría cuatro veces menos de lo que actualmente desembolsa, cuando, cuando no ha terminado de pagar los texanos “bonos Bradu” de la “década perdida” de los ochenta en la etapa de Daddy Bush y cuando su hijo Baby Bush ha decidido balcanizar financiera y militarmente otra década más a LA, su “hemisferio” favorito.