Revista MILED 16.08.15
GEOPOLÍTICA®
Hasta el israelí Odeh Bisharat,del rotativo hebreo Haaretz, reconoce que el “nuevo canal de Suez es un triunfo” que fue financiado por los ciudadanos egipcios (http://goo.gl/HDNcH3).
En forma increíble —debido a la grave crisis política y económica que atraviesa el país de las esfinges y las pirámides— “en un lapso de 8 días”,el pueblo egipcio compró bonos hasta por US$8,000 millones a una tasa del 12% en la divisa local(la libra egipcia).
La hazaña,según el mismo OB,“fue completada en un año”:un canal de 72kms,en su fase primaria.
Sigue la segunda fase,que ya empezó, que desarrollará 2.5 millones de hectáreas de tierra con centros industriales a lo largo del Canal y grandes proyectos de viviendas:una gigantesca encrucijada(“hub”) de logística,manufactura y servicio a los barcos.
La BBC de Londres —perteneciente a un país que colonizó Egipto—comenta en forma escéptica que la “expansión tiene como objetivo incrementar el tráfico”, así como obtener “ingresos que revivirán la economía” (http://goo.gl/JYxX73).
La BBC le da mucho vuelo a los críticos quienes juzgan que el “volumen del comercio mundial no ha crecido al ritmo requerido para las sumas que Egipto espera colectar”.
Para 2023, la Autoridad del Canal de Suez proyecta obtener ingresos por US$13,200 millones de los presentes US$5,300 millones.
También calcula que en los próximos 8 años,97 embarcaciones, de las presentes 49,atravesarán el canal en un lapso de 11 horas con un ahorro de 7 horas.
Se nota que a Gran Bretaña(GB)—que presuntamente apoya(ba) al depuesto presidente Mohamed Morsi de los Hermanos Musulmanes—no le complace la hazaña de la ingeniería egipcia y,sobre todo,el creativo financiamiento del nuevo canal que ha proyectado al General Presidente Abdel Fatah Al-Sisi a los niveles de las magnas construcciones, como la presa de Asuan que materializó el presidente Gamal Abdel Nasser, ya no se diga de sus emblemáticas pirámides de Guiza.
La BBC británica considera que los ingresos pueden ser golpeados por la expansión del canal de Panamá,que será completado el próximo año, y que competirá por el tráfico global en la ruta a lo largo de Asia y Norteamérica.
No pasó desapercibido que hayan acudido a la inauguración el presidente francés François Hollande y el primer ministro ruso Dmitry Medvedev, lo cual vale aportar ciertas consideraciones geopolíticas trianguladas cuando el presidente galo mantiene excelentes relaciones de compraventa de armas con Arabia Saudita—uno de los financieros paralelos de Egipto—y la cada vez más cercana relación entre el presidente Putin y el General Sisi.
En medio de una gran inestabilidad —desde el derrocamiento del presidente Mubarak pasando por la elección del presidente Morsi,líder de los Hermanos Musulmanes, hasta el derrocamiento de este último en 2013 mediante el golpe militar del General Sisi—, el Nuevo Canal de Suez tiene como objetivo, más allá del aspecto meramente economicista/financierista,intentar unificar a la centrifuga población en un símbolo aglutinador que rememora la grandeza arquitectónica e ingenieril de Egipto desde la época de los faraones.
El viejo Canal de Suez, nacionalizado en 1956 por Gamal Abdel Nasser—que provocó la ira invasora de GB, Francia e Israel—, maneja(ba) 7% del comercio global marítimo y su relevancia geopolítica radica en su conexión más corta entre Asia y Europa a través del Mar Mediterráneo y el Mar Rojo.
A mi juicio, lo verdaderamente creativo del Nuevo Canal de Suez radicó en el increíble financiamiento de los propios ciudadanos egipcios, lo cual puede cundir como ejemplo en otros países del mundo en vías de desarrollo y que no gozan con la bendición financiera de Wall Street ni de la City/Londres.
@AlfredoJalife