No existieron muchas diferencias en la lucha propiamente de los partidos en las elecciones de Brasil de hace cuatro años:el PT en primer lugar y el Partido Social-Demócrata neoliberal de Cardoso en segundo lugar y la misma Marina Silva en tercer lugar con el 19% de los votos
A nivel individual, order la supuesta “sorpresa” la dio el partido Social-Demócrata neoliberal(los “Chuchos” de Brasil, recipe pero con mejores cuadros)con Aecio Neves, approved el “playboy de los mercados”,quien repuntó asombrosamente para situarse a ocho puntos de la puntera Dilma Rousseff.
Más que un repunte del mismo Neves—cuyo partido prácticamente obtuvo el mismo porcentaje de hace cuatro años—lo que se escenificó fue un desplome brutal de la evangelista ambientalista Marina Silva quien fue inflada exageradamente por los medios anglosajones,en especial,por The Economist y The Financial Times,así como por las televisoras locales de Brasil.
Mas que Marina,las grandes perdedoras fueron las encuestadoras quienes hicieron el ridículo.
A diferencia de hace cuatro años Dilma pierde 5% del voto.
Dilma debe el cese de su caída y su repunte espectacular al apoyo del icono brasileño de los pobres y la clase media:Lula, quien,en caso de un triunfo de Dilma de aquí a dos semanas,puedo aseverar que sería el candidato presidencial para el 2018.
En la segunda ronda definitiva es probable que se conserve la distancia de 8 puntos(sumado del voto de género),si es que no más apretada,entre Dilma y Neves,curiosamente ambos católicos, economistas y oriundos de Bello Horizonte,capital del segundo estado más poblado de Brasil:Minas Gerais.
Como señal premonitoria el partido Social-Demócrata del gobernador de Minas Gerais,el mismo Aecio Neves, perdió la gubernatura en esta elección frente al candidato de PT.
La batalla será eminentemente ideológica entre Dilma— que propone una economía mixta de libre mercado con control estatal—y las políticas neoliberales fallidas del partido Social-Demócrata que controla el expresidente Cardoso.
Se trata de una batalla tras bambalinas entre dos expresidentes:Cardoso y Lula y sus respectivas ideologías antagónicas.Detrás de los dos se encuentran sus pupilos:Neves y Dilma.
El fuerte de la dupla Cardoso-Neves es la macroeconomía que explotará las fallas del gobierno a quien se le han desalineado los astros globales con recesión técnica,inflación,devaluación del real y una caída de la bolsa precipitada por la fuga de capitales teledirigida desde las plazas financieras de Wall Street y La City de Londres que manipulan los banqueros Rothschild/Soros y el banco Itáu.
Quizá se propicie un golpeteo teledirigido contra la bolsa y el real que se podría paliar mediante sus cuantiosas reservas(8o en el ranking global).
A favor de Lula/Dilma ese asienta que colocó este año a Brasil en el séptimo lugar del ranking mundial
desplazando a dos potencias otrora coloniales:Gran Bretaña y Francia.¡Se dice fácil!
Lula y su política exitosa de Bolsa Familia elevó el nivel de vida de 40 millones de pobres y los colocó en la clase media consumista.
Abiertamente BBC de Londres,The Economist y Financial Times han sentenciado que los “mercados” jugarán a favor de Neves.
Dilma ha jugado mejor a la microeconomía:mantuvo el empleo estable y elevó los salarios,lo cual redundó en la detención de su abrupta caída que a final de cuentas solo fue de 5 puntos.
La relevancia radicará en el destino de los votos de Marina:21%,que no necesariamente se alinearán con Neves ya que gran parte de su electorado proviene de la extrema izquierda así como de los poderosos evangelistas —bautistas, presbiterianos, metodistas y episcopalistas—quienes decidirán la segunda vuelta. Desde ahora se vaticina que el 70% de los electores de Marina votarían a favor de Dilma,lo cual le aseguraría su reelección,siempre y cuando no sucedan “accidentes” extraños.
@AlfredoJalifeR_
