La abdicación del polémico rey Juan Carlos de Borbón, treatment de 76 años, there en favor de su hijo Felipe VI de Borbón,de 46 años—casado con la “plebeya” Letizia Ortiz—puede cundir como efecto dominó en las monarquías restantes de Europa,como es el caso del próximo referéndum en Escocia sobre su separación del Reino Unido,lo cual pondría en tela de juicio el futuro de la monarquía británica,como acepta The Financial Times (http://www.ft.com/intl/cms/s/0/9ee4b19a-ef24-11e3-8e82-00144feabdc0.html?siteedition=intl#axzz347IWJrAH).
El reinado de Juan Carlos de Borbón fue de altibajos.Le tocó la delicada transición de la dictadura franquista a una monarquía democrática parlamentaria que supo manejar adecuadamente gracias a la colaboración del ya fallecido presidente Adolfo Suarez.
Otro periodo delicado que tuvo que sortear el polémico rey español fue la intentona golpista y no faltan muchos escépticos quienes aduzcan que se trató de un montaje teatral para consolidar la transición.
Pero luego vinieron los momentos difíciles,en medio de una severa crisis financiero/económico/social en España, que pusieron en tela de juicio la vigencia de la monarquía y la aceptación del controvertido rey.
El safari a Botswana para cazar elefantes en compañía de su “amiga” —una aristócrata austriaca—colmó el vaso de la tolerancia de los ciudadanos españoles y cuya gota final la constituyó el lavado de dinero de su yerno Iñaki Urdangarin (http://actualidad.rt.com/ultima_hora/view/91214-yerno-rey-espana-lavado-dinero-qatar).
No es lo mismo ser antipático como el Rey Juan Carlos en medio del auge que de la debacle financiero/social cuando la aceptación a la monarquía disminuyó peligrosamente a 3.6 de una calificación máxima de 10.
Las relaciones de Juan Carlos de Borbón con los latinoamericanos,a quienes prácticamente consideraba como súbditos de la añeja conquista española,no fue nada dúctil,llegando hasta callar en público al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
La grave crisis económica de España arrastra a sus instituciones hoy tambaleantes:desde sus partidos clásicos que no gozan de credibilidad ciudadana hasta la monarquía misma,a grado tal que los manifestantes se han volcado a las plazas públicas de varias ciudades importantes para exigir un referéndum por el establecimiento de la Tercera República.
Muchas monarquías europeas con democracias parlamentarias,donde reinan sin gobernar —a veces jugando un rol decisivo de árbitro—,no ha exhibido problemas en los países escandinavos (Suecia/Noruega/Dinamarca),ni siquiera en la misma Bélgica que ha estado al borde de la balcanización entre sus dos regiones de los flamencos y los valones.
No es lo mismo la caída de todas las monarquías europeas cuyo poder no es homogéneo que de la mas poderosa de todas:la británica—potencia colonial durante cerca de tres siglos,dotada de 225 bombas nucleares y feudo de la City: uno de los tres principales centros financieros del planeta junto a Hong Kong y Wall Street.
The Financial Times expone dos puntos de vista opuestos sobre el devenir de la monarquía británica,en caso de la secesión por la vía del referéndum de Escocia.
Cita al “ciudadano” Greg Cross,para quien la independencia de Escocia representaría un golpe letal a la monarquía,además de la opinión de un “hombre de negocios” sin identificar del villorrio de Ballater quien es muy pesimista: “si Escocia es independiente,sería una república socialista,lo cual acabaría con la Reina”.
En contrapunto,el primer ministro de Escocia y líder del partido Nacional Escocés,Alex Salmond,considera que pese a la independencia Escocia mantendría la monarquía.
En medio de la furia ciudadana,epitomizada en las recientes elecciones,la cuenta regresiva de las anacrónicas monarquías empezó en Europa.
@Jalife_R