La Jornada; Bajo la Lupa 05.01.14
Quien en la coyuntura geopolítica presente alucine que los geólogos dominan el mundo de los hidrocarburos por encima de los alquimistas financieros de Wall Street/la City no tiene ni la más remota idea en qué Vía Láctea habita.
Una de las características de los hidrocarburos en el eje anglosajón Wall Street/la City –que domina apabullantemente la desregulada globalización financierista donde el BRICS apenas sacan la cabeza– es la creación de burbujas financieras, ampoule mucho más relevantes que sus vulgares reservas y/o producción, visit this como lo demuestra la comparación de lasNuevas Siete Hermanas Estatales (sic)
con los ingresos financieros de las megapetroleras globales anglosajonas: ExxonMobil, Chevron, Shell y BP– las máximas depredadoras globales (Bajo la Lupa, 29/12/13). LasNuevas Siete Hermanas Estatales (sic)
, aunque la autora Carola Hoyos cita ocho (sic) –Aramco (Arabia Saudita); NIOC (Irán); INOC (Irak); PDVSA (Venezuela); PetroChina; Gazprom (Rusia); Petrobras (Brasil), y Petronas (Malasia)– rebasan de lejos a las cuatro megapetroleras anglosajonas cuando se contrastan sus reservas y su producción tanto de petróleo (http://es.scribd.com/doc/194679437/7oil) como de gas (http://es.scribd.com/doc/194680168/7gas) frente a las pantagruélicas finanzas de la banca de Wall Street/la City que controla a sus petroleras anglosajonas, según un esquema comparativo del The Financial Times (12/3/07), adonde Peña y Videgaray, acompañados por un nutrido séquito de funcionarios ( FT,17/6/13), fueron a obsequiar los hidrocarburos del “México neoliberalitamita”.
Gracias a la burbujeante alquimia financierista de Wall Sreet/la City, las megapetroleras anglosajonas superan ostensiblemente a las Nuevas Siete Hermanas Estatales (sic)
que son muy vulnerables en el rubro financierista (http://es.scribd.com/doc/194680865/7-Financials ).
Cabe recordar que The Financial Times (http://www.muckety.com/Financial-Times/5000718.muckety ) y The Economist (donde los banqueros Rothschild poseen un sustancioso paquete de acciones (http://www.muckety.com/Economist-Group/5032274.muckety ) pertenecen al Grupo Pearson ( http://www.muckety.com/Pearson-plc/5002391.muckety ), a su vez controlado por el mayor banco invisible del mundo Black Rock (Bajo la Lupa, 11/12/13;http://www.jornada.unam.mx/2013/12/11/opinion/026o1pol) jefaturado por el polémico israelí-estadunidense Lawrence Fink (http://es.scribd.com/doc/190331254/LFink).
Philip K. Verleger Jr., de los que más saben de hidrocarburos en el mundo, exhibe que Wall Street, y no los productores estatales con grandes reservas y producción, determina el precio de los hidrocarburos (http://www.international-economy.com/TIE_W07_Verleger.pdf). Ninguna variación en cuanto a la nueva burbuja financierista creada por los megabancos de Wall Street: el gasshale (gas esquisto/grisú/lutitas), en cuya extracción, curiosamente, no desean participar sus anteriores socios de Shell, a grado tal que su director critica que su pretendido auge
es una exageración (Bajo la Lupa, 6/10/13).
Tyler Durden, de Zero Hedge (29/12/13), advierte que “la fiesta del gas shale está acabando”, con base en las advertencias de Andrew Hall, polémico mandamás de la firma mercante de materias primas Phibro (http://www.muckety.com/Phibro-LLC/5063588.muckety ) y de la empresa especuladora de hedge fundsAstenbeck Capital, anterior ejecutivo de BP y de una subsidiaria de Citigroup (de la que son accionistas Zedillo y Roberto Hernández Ramírez, miembro del consejo de administración de Televisahttp://www.televisa.com/inversionistas-ingles/board-of-directors/ ). Phibro (rebautizado como “Astenback Capital Management) es subsidiaria de Occidental Petroleum Corporation (Oxy).
Hall alertó en una carta a sus inversionistas sobre el futuro del gasshale durante la próxima década en la que desconstruye todo el optimismo burbujeante de sus adictos. Alude a los datos del Departamento de Energía sobre la declinación mensual de 6.5 por ciento de los campos Bakken y Eagle Ford (nota: que representan casi la mitad del incremento de la producción del gas shale en Estados Unidos). Aduce que inmediatamente después de 2020 (¡en seis años!) su producción declinará
. Emprende la sumatoria del abasto global del petróleo en la que toma en cuenta el incremento potencial de Irán, después del inesperado
arreglo sobre su contencioso nuclear por casi medio millón de barriles, mientras la frágil situación de Libia (potencia gasera) no presagia una pronta reanudación de su extracción.
Las exportaciones que sí se pueden incrementar son las de Irak, en alrededor 300 mil barriles al día, bajo la espada de Damocles de su querella sectaria.
La disminución de la producción de Libia puede ser compensada por Irán y la clave se centrará en el enigma de Irak, mientras Arabia Saudita parece haber llegado a su máxima capacidad. Suena por demás interesante que un grupo de banqueros anglosajones colisionen el precio del barril sunnita
(Libia y Arabia Saudita; curiosamente, producción a la baja) con el precio del barril chiíta
(Irán e Irak; producción al alza).
Fuera de la OPEP
, Hall hace eco a quienes vaticinan que su crecimiento será de 1.4 millones de barriles al día (mbd), con la mayor contribución (1.1 mbd) conjunta de Estados Unidos y Canadá, y el resto de Brasil (de cuya producción vaticinada se han equivocado en los pasados cinco años) y Kazajistán. Llama la atención que no citen al “México neoliberal itamita” que se subsumió al esquema geopolítico de Norteamérica
(Bajo la Lupa, 18/12/13).
El punto nodal subyace en que los oráculos esperan que Estados Unidos (EU) aumente casi 1 mbd en 2014, en su “mayoría provisto por el auge continuo del gas shale”, que, por cierto, es menor a los incrementos de 2013 y 2012. Es muy ilustrativa la gráfica del gas shale en EU que parece haber llegado a su pico en 2013 y que ha empezado su acelerado descenso (http://es.scribd.com/doc/194687644/Oil-Supply-Future ).
Si bien en EU está por concluir la fiesta del gas shale, las mineras canadienses van con todo por ese producto de México (CNNExpansión, 30/12/13). Hall es muy escéptico sobre las cifras alegres tanto de la dupla mirífica Bakken/Eagle Ford como de otros yacimientos prospectivos. El mismo Hall no se inmuta por los hallazgos deletéreos en materia ambiental del fracking y de la toxicidad de las emisiones extractivas del gas shale: desde el metano hasta el bióxido de carbono que participan en el calentamiento global.
El problema de fondo cuando se trata del gas shale es que sus panegiristas, que desprecian los hallazgos científicos de los geólogos, ocultan que su explotación es inmediata (70 por ciento) y que sus reservas
se desvanecen en el corto plazo.
Lo que no conviene exhibir es la estratagema financierista de los banqueros de Wall Street y la City: la creación de una burbuja especulativa para obtener ganancias espectaculares en los primeros años, mientras dejan la chatarra improductiva a los incautos como el “México neoliberal itamita”, donde está por iniciar su aquelarre depredador ambiental y financierista.
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